CAFÉ NEGRO │Restaurante Sostenible

HISTORIA

Nuestro abuelo José Lino Gualle era un mindalae andino, un comerciante y viajero itinerante dentro de país y el sur de Colombia; hijo no reconocido del dueño de la Hacienda La Merced Emilio Pallares, recorrió varias provincias del Ecuador, se alojó algunos años en Piquigua - Manabí; aprendió sus costumbres gastronómicas y especialmente la preparación del grano de café que se combinó con la primera producción (trasladó su semilla) de café de altura que se plantó en Angamarca (Alangasí), sobre los 2.500 msnm en el Volcán Ilaló a inicios de los años 80´s.

Así nace el recorrido del sabor del Café Negro de la sierra, y da origen al nombre del Restaurante Sostenible, que preserva y gestiona la memoria rural, esa sabiduría y semillas que Felisa Quisaguano custodiaba desde su cocina de leña.

Saborear la memoria, los recuerdos y trasladarse a sus orígenes, son la vocación de este proyecto gastronómico que nació en 2005 en la Parroquia Rural de La Merced, Café Negro lidera una gestión sostenible a nivel local por varios factores que apuntan a un solo objetivo: preservan la vida rural.

COCINA IDENTIDAD

A partir de la cocina podemos dialogar con los comensales presentandoles los ingredientes locales, y sus procesos en cada plato; la chef rinde homenaje a las abuelas, a las mujeres que cuidan los sabores y sus semillas. El lenguaje de la cocina y la identidad permiten garantizar esa soberanía alimetaria.

La gastronomía local permite revalorizar el trabajo diario de comuneras y agricultoras locales, de los huertos agroecológicos; es la oportunidad que tenemos para contar a los turistas sobre los antecedentes, propiedades e importancia de una economía circular.

CUSTODIO DE SEMILLAS

Semillas que viajaron por varios kilómetros, y que se alojaron en el Ilaló. Muchas de esas semillas ya se han extinguido, otras son endémicas y unas pocas seguimos custodiando desde el Laboratorio de Innovación Rural.

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Parte importante del menú proviene de la sabiduría de mujeres de la comunidad, de otros hornos de leña, de huertas agroecológicas, de comuneras que conservan semillas especiales. El tratamiento gastronómico con el humo, considerado como el sabor característico de la cocina de leña configuran una oferta emblemática y sabores que provocan una experiencia. La experincia es el enfoque de este modelo de turismo rural.