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Foto del escritorÁngel Fabián Iza

ARMAY: matrimonio ancestral en el Ilaló

Actualizado: 8 ago 2023


La novia luce en su cabeza alhajas con joyas y flores frescas en su frente; el novio cuelga de su cuello una cadena de plata grande. Así se recuerda a las parejas de novios que muy de madrugada – todavía oscuro – salían a su ceremonia espiritual, el matrimonio ancestral se práctica con menor frecuencia en las comunidades alrededor del Ilaló; es un baño espiritual previo a la ceremonia formal y unión eclesiástica. Decorada con sonidos tradicionales del barrio, con baile y chicha se celebraba esta unión de familias, apellidos, tradiciones y costumbres. Se celebra el Armay,

Son las 03:00 de la madrugada del 27 de febrero de 2016 en el Barrio San José de Billivaro, parroquia rural La Merced. La concentración vecinal es en la casa de la novia; es uno de los últimos Armay y caminaremos rumbo a las aguas termales del Ilaló, a este baño energético y bendición con los padrinos en el mismo día de su matrimonio eclesiástico. Antes de salir, los novios reciben las recomendaciones y la bendición de los padres de la novia, será la última ocasión que sale de esta casa como hija, para regresar como esposa.


Silvia Vilatuña y Juan Catagña decidieron casarse en esta fecha, su primer hijo Jhony tenía ya 5 años; la tradición del Armay es una costumbre que lo llevan en las venas y en su música. La novia es la última hija de Benedicto Vilatuña, uno de los fundadores del tradicional Conjunto musical Los Vilatuñas. Al igual que su madre Mariana de Jesús Morales, también se casó con música de violín, bombo, acordeón y guitarra; recuerda su mamá que se festejaba toda la noche, para salir de madrugada al baño espiritual. Las fiestas – en esos tiempos – eran largas, había abundancia, varios tipos de chicha, medianos y el traguito. Desde el pedido de mano ya era un festejar; una especie de intercambio de posibilidades para “comprometer” a la novia y su familia, una especie de trueque social, culturalmente un gesto del patriarcado por sobre la condición de la mujer: pesaba más la aceptación de los padres.

La música del Conjunto Los Vilatuña nos acompañó toda la ceremonia, memoria musical que resiste alrededor del Ilaló; tonadas y ritmos que conviven con las aguas termales, los trinares de aves madrugadoras y rituales que se tejen por los barrios alrededor de la montaña. Mariana de Jesús (70 años) tiene 52 años de casada, su pedido de mano fue con el baile del piskco aspi; un movimiento que simboliza al movimiento de los pájaros, con los brazos apegados o las manos atrás y saltando de dos pies, en varios sentidos. Baile muy tradicional en el Armay.


Las bendiciones para un joven matrimonio ancestral son varias; al salir de la casa de la novia, al salir de la casa del novio, de madrugada, con testigos, al sol naciente y con la frescura de un baño a espaldas del sol. Todo ello corresponde el pilar ideológico para los novios. De rodillas ante los padres y padrinos, reciben la experiencia de sus palabras, procurando una alianza fuerte, un matrimonio para toda la vida. Y dentro del discurso de sus familiares sobrevive la severidad con que crecieron.


Son enlaces familiares fuertes, muchas veces cercanos y arraigados a sus apellidos, linajes que pueden estar ocultando rasgos de sociedades patriarcales; ¿Qué puede suceder luego de la ceremonia? En la mayoría de los casos quedan mujeres sometidas a la tradición de la casa, las labores domésticas y sus animales; ocultando la labor de la mujer dentro de las familias y comunidades. Sin embargo, el debate sobre el tema debe ser superable y adaptable a los varios derechos adquiridos y reconocidos actualmente.

La gestión y recuperación de la memoria rural es un eje estratégico del Laboratorio de Innovación rural CREANDINO (LABIR), que basados en la investigación local aporta y argumenta la política pública rural. El Armay es una costumbre indígena con riesgo a desaparecer completamente, diluyéndose por la presión urbana en las faldas de una montaña icónica para los pueblos indígenas de Quito: El Ilaló. Los procesos levantados desde el LABIR – CREADINO en alianza estratégica con el sector público local, con el Gobierno Parroquia La Merced alimenta el debate y desde la Comisión de Turismo y Desarrollo Productivo aporta a elevar a resolución (Pre - Ordenanzas) para proteger, custodiar y difundir estas costumbres; que sean asumidas con presupuesto desde las entidades con competencia en patrimonializar rasgos intangibles.


Finalmente, y en el mismo día se realizó la ceremonia religiosa en la Iglesia católica de La Merced, Silvia y Juan Carlos consagraron su unión y se presentaron a la sociedad como una nueva familia. Una ceremonia occidental con mayores coyunturas, apegadas a valores e ideologías de la religión, la urbanidad y en armonía con el modelo de consumo, desplazando estos valores rurales, costumbres originarias de estas tierras que se quedan en la madrugada, congeladas en el alba del oscuro y frío amanecer y los históricos discursos de los habitantes del Ilaló, su música, su comida y su voluntad de resistir.




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